Que la literatura no es un discurso inocente, neutro, ajeno
al momento social en el que se produce, ya lo hemos dicho muchas veces en estas
páginas. Pero, ¿qué sucede con las series televisivas de ciencia-ficción,
creadas aparentemente con la única misión de entretener al público? ¿Participan
también del conflicto político? Así parece tras leer Crónicas del neoliberalismo que vino del espacio exterior de
Antonio J. Antón Fernández, recientemente publicado por la editorial Akal.
Según el análisis de Antón Fernández, filósofo y miembro
de la sección de Pensamiento de la Fundación de Investigaciones Marxistas,
series como Doctor Who, emitida por
la BBC durante casi tres décadas, y cancelada en la simbólica fecha de 1989,
funcionaron como fiel reflejo del proceso que, en esos años, estaba
experimentando el capitalismo. Aunque las tramas se situaban en galaxias
lejanas, en realidad orbitaban alrededor de un tema que nos toca muy de cerca,
pues no nos hablaban de otra cosa que del inicio del neoliberalismo y sus
efectos negativos sobre la clase trabajadora.
El ensayo puede leerse como una historia del neoliberalismo
contado a través de distintas manifestaciones culturales. Las leyes que
hicieron retroceder los derechos laborales y las privatizaciones, que se
inauguraron con el gobierno de Thatcher en Reino Unido, encontraron su fiel
correspondencia en las tramas de ciencia-ficción. Como también tuvieron su
reflejo en series y películas de este género las huelgas de mineros de 1972 o
1974, el desmontaje del sistema nacional de salud o la desindustrialización
–como cuenta y analiza con todo detalle el autor de Crónicas del neoliberalismo que vino del espacio exterior.
Son
muchos los paralelismos que encontramos para que podamos pensar que estamos
simplemente ante meras coincidencias. En Doctor
Who, la caracterización –sin duda física, pero también ideológica– del
personaje Helen A., el nombre de la dictadora Rehctaht (Thatcher al revés), la
presencia de los misteriosos Gardsorm –«posiblemente un anagrama o metátesis
fonológica de “Margaret”», señala Antón Fernández– a través de los cuales sigue viviendo Rehctaht
una vez derrotada, o el nombre de la tirana robótica, llamada Thatchos, que
pretende acabar con «el ejército de los sesenta millones de parados» para
convertirlos en robots incapaces de rebelarse o declarar huelgas, indica que
detrás de una serie aparentemente inocente, de ciencia-ficción, como es Doctor Who, había una clara declaración
de intenciones, una clara vocación de denuncia ante el neoliberalismo
emergente. No en balde, y como señala el autor del ensayo, entre los creadores de
la serie encontramos al reputado marxista británico Ben Aaronovitch o a Rona
Munro, quien más tarde sería guionista del cineasta trotskista Ken Loach. Sin
embargo, estos paralelismos no son exclusivos de Doctor Who, y Antonio J.
Antón Fernández encuentra huellas del neoliberalismo –algunas veces
cuestionado, otras veces legitimado– en series como Los supersónicos, Men into
Space o Star Trek.
Aunque
esta forma de interpretar el neoliberalismo puede resultar extravagante para
lectores acostumbrados a ensayos más ortodoxos, lo cierto es que el libro
combina de forma magistral, con un estilo ágil y entretenido, un acercamiento
cultural al neoliberalismo desde la ciencia-ficción con densas reflexiones
sobre economía, historia política y filosofía. Personajes de Star Wars conviven sin problema con
Lenin, Žižek
o Hegel en estas Crónicas
del neoliberalismo. Un libro que aborda, de un modo sin duda original, la
historia del neoliberalismo y su implementación, desde su nacimiento en la Gran
Bretaña de Thatcher hasta que nuestros días. Quizá la Revolución no será
televisada, pero no cabe duda que la llegada del neoliberalismo sí se narró en
la pequeña pantalla, como lo recoge –y analiza– Antonio José Antón Fernández en
estas Crónicas del neoliberalismo que
vino del espacio exterior.
David Becerra Mayor // Mundo Obrero, nº 290 (noviembre, 2015).
David Becerra Mayor // Mundo Obrero, nº 290 (noviembre, 2015).
No hay comentarios:
Publicar un comentario